4 may 2013

¡¡Izabar!!
 
El 13 de mayo de 1813 es, seguramente, el día más negro en la historia de Isaba. Aquél día las tropas francesas napoleónicas, dirigidas por el temido general Abbé, llegaron a nuestra villa y la quemaron completamente. De las 158 casas que había entonces, tan sólo cinco se salvaron de las llamas (fueron las cinco casas desde las que, por su altura, vigilaron ellos que el resto del pueblo ardiese completamente). A esto hay que añadir que en el interior de algunas de esas casas había ancianos y enfermos a los que no les dio tiempo a huir; y murieron.
 
Aquél día la villa de Isaba quedó reducida a cenizas. Sus vecinos asistieron impotentes, desde el monte, a la destrucción de su pueblo, sin poder hacer nada por evitarlo. “Nada queda de Isaba…”, empezaba describiendo un informe de lo que ese día sucedió, reflejando así una dolorosa realidad. “Trece de mayo / ¡qué día tan desgraciado!, / a Isaba le han dejado / sin auxilio y sin amparo”, se decía entonces.
 
Hoy, doscientos años después, quienes somos descendientes directos de aquella generación, nos negamos a que este aniversario pase desapercibido. No hay nada que celebrar, pero sí es mucho lo que hay que conmemorar. Es por ello que el próximo domingo, 12 de mayo, queremos que sea una jornada de recuerdo; queremos tener presentes a aquellas personas que fallecieron aquel día; y muy especialmente queremos rendir un merecido y obligado homenaje a aquellos vecinos de Isaba que, con su trabajo, su esfuerzo, y su sacrificio, lejos de irse a otros lugares, volvieron a levantar con sus manos unas casas y un futuro. Del horror, del dolor y de la muerte, pasaron a la esperanza dándonos una lección de amor al pueblo que les vio nacer. Gracias a aquello hoy seguimos teniendo un pueblo lleno de historia; gracias a aquello hoy, llenos de orgullo de nuestro pasado, seguimos forjando un futuro; y gracias a aquello sabemos hoy que nuestras casas y nuestra sangre son motivos más que sobrados para entender que Isaba es una buena causa.
 
No faltes el día 12, domingo, a esta cita. Luce ese día la indumentaria de nuestra tierra, si es que dispones de ella. Y que nadie pueda decir que no supimos estar a la altura ante un reconocimiento como el que se merecen nuestros antepasados.
¡¡Te esperamos!!.

Asociación Cultural Kurruskla Kultur Elkartea
 
 
 
 
 

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